Espero no molestar a nadie, pero no me puedeo quedar indifente ante lo ocurrido ayer en Lazkao. Me parece necesario hablar de personas que demostrando un valor descomunal se juegan la vida por defender lo que creo que es justo.
Conozco de vista al chabal que ayer se «atrevio» a plantarse en la Herriko Taberna de Lazkao y destrozarla con una maza en respuesta al atentado con bomba del día anterior que destrozo el domicilio familiar. No sé si me gusta que le hayan puesto el sobrenombre de «justiciero de lazkao» me parece rimbombante y pretencioso,pero de momento es la forma de identificarlo de forma más sonora. Yo aporto lo que creo que es más exacto, denominarlo el «valiente de lazkao».
Me siento en la obligación de solidarizarme con el y pedir que quien considere que debe hacerlo lo haga.
Soy amigo personal del concejal socialista de ese pueblo, Juan Manuel Serna, y el día de la bomba volví a pensar en el sinsentido de la violencia etarra y que no sé que haría si pasase algo a este compañero o su familia. No soy socialista y los que me conocen saben de que pie cojeo, pero me siento completamente comprometido con el derecho a que quien quiera serlo lo sea y lo pueda ser y no tener por ello que estar acompañado todo el día por escoltas para proteger tu vida. Es complejo vivir como lo hace Juanma, sabiendo que eres acompañado por un lado por el peligro de que unos pirados te quieran asesinar y por otro, por los que tienen que protegerte pero te quitan la privacidad de tu vida, por eso, ahora más que nunca, quiero estar con él.
Él chabal de Lazkao ha hecho lo que muchos pensamos, aunque no nos atrevemos a hacer. No digo que sea el camino, no pienso que la justicia por tu mano sea correcta, no creo en el ojo por ojo, pero considero humana su reacción.
Imaginate, vives en una casa encima de la sede de un partido politico. Llegan unos tipos, que aunque digan que defienden ideas, estas son absolutamente minoritarias (cada vez más) en Euskadi y te ponen una bomba. Destrozan tu casa y te pegan un susto de cojones.
Resulta que observas que de forma impune, los que defienden esa esquizofrenia se reunen en un local «público», y optas por ir a cara descubierta (que huevazos) y liarla parda.
No esta bien, esta claro, no es el camino, esta claro, pero comprendo perfectamente a este hombre y sobre todo me solidarizo con lo que va a pasarle, lamentablemente. Además, (yo ya he hecho lo que creia conveniente) creo que hay que ayudarle a pagar los gastos que ha generado (la multa que le va a caer). Es más si me pide que me autoinculpe lo voy a hacer y asi lo he pedido en el blog.
Y lo más importante creo que ahora hay que estar con él, respaldandole para protegerle de los energúmenos que ahora se permiten el lujo de llamarle «fascista» en carteles por el pueblo.
De forma popular están surgiendo iniciativas para defenderle y si algún lector quiere mandar mensajes de animo o colaborar de la forma que considere oportuno lo puede hacer en el blog justicierolazkao.blogspot.com
Ninguna gran obra ha estado exenta de pequeñas dosis de heroicidad. Cuando ves a un tipo que se atreve a defenderse (torpemente tal vez) a mi se eriza la piel y me emociono.